Los pasados 18 y 19 de mayo, en el campus Madrid-Princesa, la Cátedra Nebrija Santander organizó el Primer Simposio sobre Inteligencia Ejecutiva y Educación, con el fin de promover y compartir actividades de investigación y difusión sobre el modelo ejecutivo de la Inteligencia y su aplicación a la educación. José Antonio Marina y Carmen Pellicer dirigen la Cátedra de Inteligencia Ejecutiva de la Universidad de Nebrija.
Una de las mayores aportaciones, hasta el momento, que la neurociencia ha hecho a la pedagogía es el estudio de las funciones ejecutivas. Adam Cox, psicólogo escribe que su conocimiento supone una revolución en el modo de educar a niños y adolescentes. Es fácil entender la relación entre las funciones ejecutivas y la educación. Tanto, porque son funciones que deben fortalecerse educativamente, y, porque su buen manejo permite elaborar una pedagogía eficiente y liberadora.
“La educación debe cumplir una doble función: fortalecer las funciones ejecutivas y construir la memoria”, José Antonio Marina
José Antonio Marina junto a Martha Villaloba del Ministerio de Educación
Por ello, no es de extrañar el gran interés que hay por aplicar en al escuela lo que sabemos sobre las funciones ejecutivas y, de ahí, la celebración de este congreso en torno a los estudios y las revelaciones de diferentes expertos en la materia. Joaquín Fuster, abrió el acto explicando de manera sencilla el complejo funcionamiento del cerebro, habló de la necesaria simultaneidad de impresiones internas y externas para formar la memoria y de la importancia de ampliar las experiencias para generar conocimiento. José Antonio Marina continuó la jornada del primer día con su ponencia sobre Funciones ejecutivas y Educación, asegurando que esta última “debe cumplir una doble función: fortalecer las funciones ejecutivas y construir la memoria”.
Rafael Guerrero, Javier Tirapu, Rosario Rueda, Ildefonso Méndez, Roberto Colom e Ignacio Montero contribuyeron a que los asistentes dibujaran el presente y el futuro que ofrecen las investigaciones en torno al funcionamiento del cerebro, los procesos de la conducta y el aprendizaje, y cómo se puede trabajar desde el ámbito de la educación.
Por su parte, Martín Varela, subdirector de la Fundación Trilema, mostró cómo entrenamos sistemáticamente las funciones ejecutivas gracias a su exposición. Instó a los docentes a crear memoria, trabajar la compresión y entrenar las funciones ejecutivas deliberadamente. “Este es nuestro modelo didáctico de inteligencia y la escuela es el lugar de engrandecer las posibilidades del alumno”, concluyó.
El acto también contó con la experiencia de las funciones ejecutivas trabajadas desde la escuela. Elisa Gutiérrez, psicopedagoga y especialista del aula TEA de la escuela Trilema Sagrada Familia de Madrid, expuso cómo se produce su entrenamiento en el día a día del aula y cómo influye en la personalización y el alumnado con necesidades especiales. “Personalizar es más que adaptar. Es trabajar con los alumnos, los profesores y el contexto”.
Puedes acceder al libro La inteligencia que aprende para conocer más sobre la inteligencia ejecutiva, AQUÍ.
José Antonio Marina
Rafael Guerrero
Rosario Rueda
Nacho Montero
Javier Tirapu
Martín Varela
Elisa Gutiérrez y Martín Varela
Joaquín Fuster
Roberto Colom