La Cátedra Nebrija-Santander ha reunido a un panel de expertos para reflexionar sobre las LOMCE y los cambios que su implantación acarreará
Además de la directora de la Fundación Trilema, han participado en esta mesa de expertos el filósofo José Antonio Marinay la viceconsejera de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, Alicia Delibes Liniers, entre otros
Valencia (21-05-2014).-La Cátedra Nebrija-Santander en Inteligencia Ejecutiva y Educación ha celebrado un Desayuno con Directores de Centros Educativos bajo el lema ‘Desafíos pedagógicos a partir de la LOMCE ¿Cómo cambiarán nuestras aulas?’. Para responder a esta pregunta, la cátedra ha reunido diferentes especialistas del sector tales como, la directora de la Fundación Trilema, Carmen Pellicer Iborra, el filósofo José Antonio Marina, director de esta cátedra y de la Fundación UP, Alicia Delibes Liniers, viceconsejera de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, y Carlos Marchena González, inspector de Educación de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.
Durante su intervención, la directora de la Fundación Trilema, Carmen Pellicer, ha destacado que “por mucho que controlemos, examinemos o presionemos al sistema educativo, las clases no van a mejorar. La LOMCE viene precedida de un discurso pedagógico muy centrado en la evaluación entendida como un mecanismo de control”. El cual, asegura la especialista no garantiza una mejora en la calidad de la enseñanza.
Asimismo, Carmen Pellicer ha señalado que la LOMCE “nace sin ilusión, sin apasionamiento en las aulas, sin mucha esperanza de que sea una herramienta para el cambio que necesitamos y precedida por un ruido mediático. Sin embargo, es mi deber decir que esta ley si que va a traer algunas aportaciones positivas”.
Entre las consecuencias positivas que puede acarrear la implantación de la LOMCE, Carmen Pellicer ha señalado el cambio en la cultura de evaluación, el incremento del trabajo por proyectos y la instauración del trabajo cooperativo como fórmula habitual en el funcionamiento de las aulas, entre otras cuestiones. Asimismo, ha subrayado como positivo el hecho de que la innovación en el terreno pedagógico vaya acompañada de un rigor establecido por unos sistemas de control, de acompañamiento y de personalización del aprendizaje.
La inteligencia ejecutiva
El profesorado en general dedica grandes esfuerzo a trabajar con los alumnos que sobresalen de la media, bien porque no llegan a los estándares mínimos propios de cada curso o porque sobresalen de la media. La pedagoga Carmen Pellicer, ha reconocido que “existe un amplio abanico de comportamientos en el aula y que son fácilmente entrenables, pero que no constituyen objeto de intervención explicita sistemática cuando programa el profesorado”.
Por este motivo, ha asegurado “hemos hecho una apuesta desde esta cátedra para buscar un modelo de inserción de las nueve funciones ejecutivas dentro del currículum, junto a otros factores que nos están proponiendo la innovación pedagógica y que creemos que también pueden ser útiles en la mejora rigurosa del aprendizaje”.
En este sentido, el filósofo José Antonio Marina ha explicado la importancia esencial de introducir la inteligencia ejecutiva en el aula. Además, Marina ha destacado el papel fundamental que juegan los equipos directivos de los centros educativos y los profesores para mejorar la calidad del sistema educativo.
Durante su intervención, Alicia Delibes ha resaltado las oportunidades que presenta la LOMCE para mejorar nuestro sistema educativo y Carlos Marchena ha puesto sobre la mesa las conjeturas que plantea esta nueva ley de la enseñanza.