El filósofo José Antonio Marina ha presentado en la clausura de estas jornadas de la Fundación Trilema los objetivos de este nuevo club
Madrid (04-05-2014).-Más de medio centenar de profesores de Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional de colegios de toda España se han unido al Club de Excelencia Educativa. Esta iniciativa, liderada por pedagoga Carmen Pellicer, directora de la FundaciónTrilema, y por el filósofo José Antonio Marina, director de la Fundación UP, pretende reunir a todos los profesionales interesados en desarrollar acciones en pos de la excelencia educativa.
Según el filósofo José Antonio Marina, “la mejora de la enseñanza o la hacemos los docentes o no se va a hacer”. Por tanto, en un momento en el que “se ha demostrado que las reformas que vienen desde arriba son ineficaces, debemos dejar de quejarnos para trabajar en la renovación de la escuela desde dentro”. Especificar las competencias y las virtudes que debería tener todo buen profesor, la investigación o el coaching del aprendizaje, son algunas de las materias de trabajo que el filósofo ha señalado para comenzar a trabajar desde el Club de la Excelencia Educativa.
Asimismo ha asegurado José Antonio Marina que, los profesores “debemos darnos cuenta de que somos la conciencia educativa de la sociedad”. El filósofo considera que los problemas de la educación se pueden solucionar si los profesores colaboran en la transformación del sistema educativo. En este sentido, Marina asegura que “un centro educativo se puede mejorar considerablemente en tres años y un sistema educativo en cinco”.
Por su parte, la pedagoga Carmen Pellicer ha manifestado que “todas las experiencias educativas de éxito tienen un solo elemento en común: buenos profesores que las incitan y acompañan, no para brillar ni presumir, sino para que sus alumnos aprendan y crezcan.”
De la reflexión a la transformación de las aulas
Durante tres intensas jornadas, los participantes del ‘I Encuentro de Profesores Excelentes’ han reflexionado sobre los problemas y los puntos débiles que en la actualidad afectan al sistema educativo español para comenzar a trabajar en la transformación de las escuelas con el objetivo de mejorar la educación.
El trabajo por proyectos y el desarrollo de las funciones ejecutivas de la inteligencia se han planteado como algunas de las claves para transformar el aula y trabajar hacia la excelencia del sistema educativo español. Según Carmen Pellicer, “muchos de los problemas de aprendizaje se deben a un déficit de funciones ejecutivas”. Por su parte, José Antonio Marina ha destacado que “la función principal de la inteligencia es dirigir el comportamiento”.
Cómo estimular la capacidad de metacognición de los niños, la necesidad de renovar los sistemas de evaluación, la importancia de educar en el esfuerzo, el coaching pedagógico, la revisión de la visión y profesionalidad de los equipos directivos de las escuelas, el desarrollo profesional de los docentes, la introducción de la innovación en las aulas, han sido algunos de los temas que han centrado las charlas y reuniones de trabajo de estas jornadas.
Trilema y el coaching educativo
Durante su intervención, la directora de la Fundación Trilema, Carmen Pellicer, disertó acerca de la importancia de unir la evaluación del desempeño al coaching didáctico. En este sentido, explicó que “la medida no mejora el desempeño sólo es el elemento de control. Para nosotros elcoaching es una herramienta de acompañamiento que nos sirve para garantizar la mejora profesional que cada profesor le debe a sus alumnos. Por este motivo, nuestra fundación ha hecho una apuesta explicita por aunar el intento de vincular todo lo positivo y amable del coaching con la exigencia y el rigor de la evaluación del desempeño.”
Asimismo, Carmen Pellicer apuntó los tres ingredientes del coachingpedagógico. El primero hace referencia a la identidad de cada profesor, el segundo consiste en dibujar y abrir ámbitos de posibilidad para que los docentes descubran maneras distintas de abordar sus clases y el tercero radica en acompañar y dotar al docente de opciones concretas que le permitirán avanzar paso a paso.
Respecto a ese primer ingrediente del coaching didáctico, Carmen Pellicer aseguró que “el profesor cambia cuando descubre que es capaz de ser excepcional”. Según la directora de Trilema, el coaching pretende fortalecer al profesor para que constate que puede ser mucho mejor de lo que es y esto nos abre la puerta a “una cultura de escuela diferente en la que tengamos equipos que trabajen cohesionados y que vivan la escuela como un proyecto y una visión común”.
Para la directora de Trilema lo importante no es lo que haces como docente sino el impacto que provocas en la mente y en el corazón de los alumnos. Por tanto, “cuando los alumnos fracasan, en realidad el fracaso es del profesor.” El coaching pedagógico es una buena herramienta si consigue que los docentes vivan los éxitos y los fracasos de los alumnos como algo propio, “sólo si conseguimos crear la conciencia de que es cada docente el que juega su partido conseguiremos cambiar las aulas”.