Viviana Waisman (Women’s Link Worldwide), María Almazán (Latitude), David Cuartielles (Verkstad Arduino) y Carmen Pellicer (Fundación Trilema) – destacados referentes en innovación social en derechos humanos, educación y sector textil – se han incorporado a la red global de Ashoka.
Lo hicieron anoche en el acto organizado por Ashoka en Matadero, Madrid, ante más de 700 personas y con la presencia de la alcaldesa, Manuela Carmena. La alcaldesa defendió la innovación social como herramienta para el desarrollo y el bien común. “Esta enorme pregunta de ‘¿qué se puede hacer para mejorar el mundo?’ está representada hoy por el enorme trabajo que están haciendo los emprendedores sociales de Ahsoka”, concluyó Carmena.
Nuestra presidenta, Carmen Pellicer, fue la cuarta emprendedora en recibir el reconocimiento y lo hizo rodeada de casi 50 personas del equipo de formadores y directivos de la Fundación Trilema, desplazados desde diferentes ciudades hasta la capital. Así, lo primero que aseguró ante el público es que la ilusión y la fuerza para trabajar día a día, la encuentra en la pasión por su trabajo y el equipo que forma Trilema. “Aspiramos a proyectos ambiciosos para el cambio sistémico educativo”, manifestó, “pero para ello, debe haber participación social en las escuelas y un pacto por la educación para que todos los esfuerzos se hagan realidad”. Por otro lado, también declaró que “nuestras escuelas necesitan una educación ética exigente” y, ante la pregunta de cuál es el mayor reto dentro de la mejora de una escuela, expresó que “la única escuela que no se puede mejorar es la que está satisfecha consigo misma”.
Aquí puedes ver el vídeo sobre el trabajo de Carmen Pellicer que preparó Ashoka.
Ashoka es la mayor red de emprendedores sociales del mundo, con más de 3.300 miembros en 90 países, 32 de ellos en España. Lleva más de 30 años desarrollando una labor de búsqueda e identificación de estas personas con gran capacidad de transformación social. Una vez seleccionados, los emprendedores recibirán una beca económica durante tres años, en caso de necesidad, así como apoyo estratégico para impulsar y maximizar el alcance de su impacto.
“A la hora de seleccionar a un emprendedor social medimos, no solo el impacto que genera directamente en sus beneficiarios, sino también cómo el emprendedor social está atacando las causas del problema y contribuyendo a que deje de existir, o sea resuelto de una nueva forma”, explicó ayer Ana Sáenz de Miera, directora de Ashoka en España y codirectora de Ashoka en Europa.