La institución otorga este reconocimiento a quienes, mediante su trabajo, han contribuido de manera significativa al desarrollo del conocimiento y al progreso de la sociedad

El salón Villahermosa del Hotel Hyatt Regency, en Ciudad de México, se vistió de gala el pasado viernes, 10 de octubre, para acoger la entrega del Doctor Honoris Causa de la Universidad Olmeca (UO) de México a la presidenta de la Fundación Trilema y directora de Cuadernos de Pedagogía, Carmen Pellicer, «por contribuir de manera significativa al desarrollo del conocimiento y progreso de la sociedad».

El acto contó con la presencia de la Mtra. Patricia Iparrea Sánchez, secretaria de Educación de Tabasco, en representación del gobernador constitucional Lic. Javier May Rodríguez, así como de la Mtra. Yolanda Osuna Huerta, presidenta municipal de Centro, quienes fueron recibidas por el rector de la Universidad Olmeca, Dr. Emilio Alberto De Ygartua Monteverde, y miembros de la Junta de Gobierno y del Claustro Académico. «Otorgar un Honoris Causa es celebrar a quienes han hecho de la docencia y la investigación no solo una profesión, sino una manera de trascender a través del bien común», expresó Iparrea Sánchez, al dirigir un mensaje en representación del gobierno estatal.

Posteriormente, fue el turno del rector de la Universidad Olmeca. En su discurso, de Ygartua Monteverde destacó que esta distinción, la más alta que confiere la institución conforme a sus estatutos, «no solo reconoce sus extraordinarias aportaciones en los campos de la educación y la salud, sino que refrenda el compromiso de nuestra institución con estos dos pilares fundamentales del desarrollo humano».

Seguidamente, subió al estrado Carmen Pellicer. Emocionada, tras el agradecimiento por la concesión del Honoris Causa, sus primeras palabras fueron para su familia, en especial para su madre -maestra e hija de maestros-, de quien aprendió que «lo que educa es el amor. El cariño, que permanece incondicional sean cuales sean las circunstancias, es capaz de cambiar las mentes y los corazones de aquellos a los que
queremos».

Posteriormente, ofreció algunos retazos de sus primeros años como estudiante y su paso por la universidad, donde cursó Teología y Filosofía. Hizo una especial mención a tres personas que, según Pellicer, han marcado su trayectoria profesional y personal: José Manuel Alcácer, «quien me enseñó que no hay verdadera intelectualidad si no es capaz de comprometer la vida entera en aquella causa a la que nos dedicamos»; Adela Cortina, «de quien aprendí que los educadores y educadoras somos modelos para aquellos que se nos confían»; y José Antonio Marina, «mi gran maestro y amigo».

Tras estas primeras palabras, Pellicer habló de la Fundación Trilema, con más de 400 profesionales de la educación, «que viven y entregan su vida generosamente para transformar las escuelas, los maestros y las vidas de niños y niñas en todo rincón del
planeta». Una trayectoria, la de la institución, que calificó como hermosa, difícil, realmente provocadora e inspiradora para muchos. «Un proyecto, promovido por tres o cuatro mujeres inquietas que queríamos cambiar el mundo, que me ha enseñado que es importante no perder la pasión y el propósito, el compromiso y la curiosidad; la necesidad de aprender», aseguró. La Fundación Trilema, continuó, se basa en tres pilares fundamentales: «logos, la sabiduría. Necesitamos fortalecer la investigación y la relación de esta con la acción académica constante de los maestros que se dedican a los más pequeños. Innovación, investigación y también, por qué no, la búsqueda constante de nuevas maneras de aprender. Ethos, el compromiso, la generosidad, lo que me gusta traducir como “no tirar la toalla nunca” por ninguno de los pequeños que se nos confían. Pathos, la pasión. Hay que mantener y alimentar la emoción, poder vibrar, conmoverse con la injusticia, la belleza, con la búsqueda de la verdad. Esa pasión que une a todos los que trabajan, colaboran, en esta gran obra de cambiar la educación».

En la labor que viene desarrollando la Fundación Trilema, desde 1998, Carmen Pellicer puso especial énfasis en el trabajo que desempeña el equipo de personas que la integran, a los que se refirió como «mi gente, mis compañeros”. «He hecho muchas cosas en esta vida, he escrito más de 200 libros, viajado a más de 40 países, he hecho películas… pero de lo que más orgullosa estoy y a lo que debo este doctorado es a mi
equipo».

Finalmente, Carmen Pellicer habló sobre la necesidad de lograr el perfeccionamiento profesional de los docentes, alcanzar compromisos políticos en inversión, de estrategia, “desarrollar una inteligencia política para mejorar los sistemas educativos más allá de los debates enfrentados de partidos de distinto signo político”. Porque, más allá de todos esos factores, «si queremos cambiar un país, si queremos construir un país, entonces hay que cambiar el sistema educativo».